3 bodegas españolas donde tomar un vino en su máxima expresión

En esta nueva edición de “Placeres de la vida” le proponemos una selección de 3 de las bodegas más peculiares y curiosas del territorio español. Enclaves donde descubrirá vinos excelentes a través de una comprensión transversal de los valores culturales y los rasgos identitarios del territorio y de sus gentes.

Bodegas Enate: Parada obligatoria si visita el Somontano, provincia de Huesca. Las Bodegas Enate son una fusión entre arte y enología, una bodega-museo con obras de prestigiosos artistas de la talla de Chillida o José María Subirachs, entre otros. Reconocidas por sus etiquetas ilustradas por conocidos pintores y por un vino que sorprende por sus delicados matices, las Bodegas Enate son un espectacular juego entre naturaleza, arquitectura y arte, una manera de entender el vino cimentada en la cultura y en el respeto al medio ambiente.

Bodegas López de Heredia Viña Tondonia: Es la bodega más antigua de Haro y una de las tres primeras fundadas en la Rioja. Con más de 137 años de historia, las Bodegas López de Heredia destacan por su tradición familiar. La madera de roble juega un importante papel en esta Casa, ya que tanto las fermentaciones como la crianza de sus vinos se hacen en estos envases por procedimientos completamente naturales y totalmente artesanos. Tan importante es que son la única bodega en España con tonelería propia, donde construyen artesanalmente el total de barricas utilizadas para la crianza de sus vinos. Denominada como “La catedral del vino”, posee un especial encanto por sus antiguas catacumbas, donde reposan algunos de sus vinos centenarios.

Bodegas Jean León: Jean León, bodega ubicada en Torrelavit (Penedés), es la firma pionera en la elaboración de vinos exclusivamente a partir de uvas francesas en España. Su fundador, Ceferino Carrión, que posteriormente se rebautizó como Jean León, fue un hombre que dejó tras él una historia apasionante, muy carismática y poco común. Con 19 años emigró a EEUU y consiguió conquistar el corazón de grandes estrellas y personalidades del Hollywood de los años 50 y 60. Ese espíritu permanece intacto en una bodega donde sus vinos reciben la calificación de “vi de finca”, denominación que garantiza que el vino procede de un viñedo concreto y que tiene una personalidad única y una expresión plena.

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